La paz: un discurso de guerra
Hablar
en un mismo escenario de guerra y paz quizás pueda tornarse difícil y
contradictorio. Pueden surgir también muchas incógnitas en busca de respuestas
que faciliten el entendimiento y el contexto de un conflicto. ¿Quién es el
malo?, ¿quién es el bueno?, ¿quién causa la guerra?, ¿quién busca la paz?, ¿qué
razones tiene el que ataca y cuáles el que se defiende?.
En
un mundo cada vez más segregado, las potencias luchan por consolidarse como
tal. Generalmente, la paz se vuelve para ellas en el concepto perfecto para
crear paisajismos y simulaciones de la realidad que justifican sus mórbidas
acciones. Para estos países, la paz no es más que un instrumento de guerra,
nunca un ideal social sincero. Es la coartada que los conduce enceguecidos hacia
la obtención de sus más ambiciosos objetivos.
Las
acciones de los últimos años de EE.UU en Medio Oriente son retratos de lo
expuesto. La acepción de paz es tergiversada y convertida en un conflicto que
busca obtener unos objetivos particulares. Sería hipocresía decir que un
conflicto bélico concibe la paz como el eje de sus acciones.
La
guerra la gana el más fuerte, el que más acribille, el que más dañe y el que
más devaste. Por eso, concluyo que es incompatible e incoherente la teoría de
que se hace guerra para buscar la paz porque en el ordenamiento mundial los
comportamientos demuestran todo lo contrario. Con la guerra solo se consigue
guerra.ç
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